-Sí
-¿Por qué?
-Tengo tantas razones...
-Pues coloreaté una sonrisa, pinta el día de colores, dibuja buenos momentos, da pinceladas de emociones. Crea el lienzo del día perfecto, inventa el cuadro de la eterna sonrisa, utiliza el pincel de la alegría y la brocha de la risa.
Nunca hay un día malo, solo días que no son muy buenos.